Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Caracas
Curso: Lectura y Escritura para Educación Integral
Profesora: Angélica Silva
Período Académico 2007-I
El carácter psicosociolingüístico de la escritura y la importancia de esta concepción como implicación pedagógica en la enseñanza de la escritura según Lucía Fraca de Barrera
Instituto Pedagógico de Caracas
Curso: Lectura y Escritura para Educación Integral
Profesora: Angélica Silva
Período Académico 2007-I
El carácter psicosociolingüístico de la escritura y la importancia de esta concepción como implicación pedagógica en la enseñanza de la escritura según Lucía Fraca de Barrera
Alumna: Roysbel Vielma
Sección: 002
El problema con la enseñanza de la escritura tiene que ver en gran medida con los docentes. La escritura constituye un proceso complejo y arbitrario, el cual debe trabajarse desde diversas concepciones. Al respecto, la autora Lucía Fraca de Barrera enfatiza en un artículo de su autoría, la naturaleza de la escritura y las diversas dimensiones desde las que puede ser ésta analizada. Por consiguiente, a continuación se presenta un texto a manera de análisis con los aspectos más importantes destacados por la autora.
En primer lugar, acerca del carácter lingüístico de la escritura, la autora Fraca de Barrera, en primer término, establece una diferenciación de los aspectos que consideraban más importantes del acto comunicativo desde cada una de las corrientes lingüísticas. Por esa razón, realiza la distinción de que para la corriente estructuralista y generativa, el aspecto fundamental era el código o sistema, pero con una diferencia sustentada en el qué se produce y cómo se genera respectivamente. Según la autora a los estructuralistas les interesaba clasificar de forma minuciosa las unidades que constituyen dichos sistemas. Al respecto cita a Hockett (1971) indicando que con el análisis de los componentes de una lengua se comienza a desglosar, desde la unidad mayor, la oración, hasta llegar a la mínima, el fonema, acotando que para la escritura ésta sería el grafema; sin embargo, aclara que a la escritura no se le tomó en cuenta como objeto de estudio.
Otro argumento sobre el cual arguyó la autora, Fraca de Barrera, para sustentar el carácter lingüístico de la escritura, es el de la capacidad rotacional como la facultad del hombre para utilizar herramientas a fin de hacer registros y producir trazas perdurables con una determinada intención y finalidad. En ese sentido, apunta que el sistema de escritura se produce a partir de esa habilidad y del requerimiento de registrar información de forma de forma sencilla y económica, para poder comunicarse a pesar de la distancia.
En cuanto a los sistemas de escritura, Fraca de Barrera nos ubica en una dimensión histórica para destacar las necesidades que dieron lugar al desarrollo de los sistemas de escritura. Estas fueron, mayormente, de tipo social y serán expuestas mas adelante. Sin embargo, ella reseña que a través del uso de esas herramientas, los hombres de distintas épocas realizaron pinturas y grabados que posteriormente evolucionaron hasta llegar a ser sistemas de escritura. Seguidamente, la escritora explica que dichos sistemas involucran, por una parte, la utilización de unidades y principios de organización y, por otra parte, el uso de marcas definidas para su elaboración que definen algunas de las arbitrariedades que conocemos tiene la escritura.
Igualmente del carácter lingüístico de la escritura, la autora apuntó que el español consiste en un sistema alfabético conformado por los grafemas de los cuales precisa que, son las unidades mínimas que distinguen la escritura y se actualizan mediante las letras. Añade que las letras se aplican en los diversos contextos de escritura de acuerdo con las reglas de combinación y para el caso del español nuestro idioma, explica la clasificación de sus grafemas reunidas en un alfabeto de 27 letras.
En segundo lugar, en el material consultado aparece la información de la naturaleza social de la escritura. Aunque la escritora del artículo hace mención de las necesidades que dieron paso a los sistemas de escritura en su explicación del carácter lingüístico, particularmente considero que éstas son muy sociales. Las necesidades de comunicación del hombre destacan a un ser social que está en constante intercambio de información y necesita comunicarse incluso a distancia. La autora así mismo menciona como otro rasgo de esa naturaleza social, el derecho de autor. En mi opinión, ese aspecto es social debido a que tiene que ver con que el colectivo de una sociedad reconozca y respete el trabajo intelectual y escrito de otra persona como un bien cultural.
Siguiendo con aspectos vinculados a lo social, la autora cita a diversos autores y señala sus posiciones con respecto al desarrollo de la escritura. Ella afirma que dentro de su historia intervino tanto el desarrollo de objetos culturales, como el de capacidades del intelecto conjuntamente con los hechos sociales. Por tal razón, la autora planteó como resultado de todo lo anterior, que la escritura ha facilitado el desarrollo social tanto en el ámbito cultural como intelectual.
A continuación nuestra autora realiza una asociación del comienzo histórico-cultural con el aspecto psicológico en cuanto a la capacidad memorística, explicando que debido a la incapacidad del hombre para almacenar demasiada información se utilizaron marcas gráficas para guardar información, pero organizadamente lo que probablemente ocasionó el surgimiento de las ciencias. Esto último como un modo de clasificar y organizar la información existente enel mundo según su naturaleza y área. La autora resume que lo social, científico y cultural ha dependido de que existan escritos de tantas y diversas informaciones. A esta visión social, la autora proporciona una serie de ejemplos, citando a diferentes autores, para determinar que en lo pedagógico, el aprendizaje de la lengua escrita se relaciona no sólo con el grupo social que la usa, sino también cómo se socializa esa persona con ese uso. Por esa razón, acuñó de Vigotsky (1978) la idea de que el docente es un mediador que debe promover el intercambio entre el alumno, el texto escrito y su utilidad social.
En tercer lugar, es necesario reseñar lo que la autora desarrolló sobre el carácter psicológico de la lengua escrita. La autora en este apartado subrayó la existencia de variadas concepciones psicológicas de la lengua escrita. Por consiguiente, realiza una breve exposición de cómo ocurre la escritura según cada teoría psicológica. Por un lado, explica que el conductismo, por su concepción de la conducta humana a través del mecanismo estímulo-respuesta, concibe a la escritura y la lectura como una conducta textual, porque hay un estímulo visual a través del texto que da origen a la decodificación de marcas como paso inicial del acto de lectura. Por el contrario, aclara que la psicología cognoscitiva por basarse en la idea del procesamiento de la información, destaca que en la lengua escrita se procesan datos diversos dirigidos por un conocimiento anterior, experiencias, saberes y motivaciones en el que se cimienta el acto de lectura.
Por otra parte, Lucía Fraca de Barrera señala que en la psicología psicogenética de Piaget, la lengua escrita es además una actividad de simbolización en la que participan conocimientos anteriores. En ese mismo orden de ideas, sobre el carácter psicológico de la escritura y más allá de lo que plantean las teorías, la autora argumentó que lo psicológico se refleja en el entendimiento de la escritura como proceso cognitivo del pensamiento. Añade que ésta es una capacidad humana que permite preservar información con fines específicos.
Por último, es necesario señalar que todos los argumentos expuestos anteriormente permiten dilucidar la interrelación de la escritura en: (a) lo lingüístico por la capacidad notacional y uso de de un código (b) en lo social por la necesidad de los hombres de interactuar con el entorno a través de lo escrito y (c) en lo psicológico como una actividad mental. La autora desarrolla cada argumento para avalar su tesis de la naturaleza psicosociolingüística. Ahora bien, qué hacer con ello y por tanto ¿cómo relacionar tal noción de la autora con implicaciones pedagógicas para mejorar la enseñanza de la lengua materna en la escuela?
Todas esas preguntas y muchas otras considero son muy importantes para los maestros. Comprender la multidimensionalidad de la escritura como futuros docentes es una responsabilidad que nos permitirá tener en cuenta que para el niño la oralidad es natural y la escritura no. Manejar la noción de la multidimensionalidad de la escritura facilitará que los maestros comprendan que los niños pueden escribir de la misma manera que hablan cuando se inician tempranamente en el proceso de alfabetización escolar. Es allí donde debemos mediar y hacer distinciones entre oralidad y escritura para el niño. Es nuestro deber destacar esas diferencias de manera que se comience a cultivar, desde temprana edad, una escritura adecuada. También es indispensable motivar a los alumnos a la escritura resaltando su valor social, porque escribir nos permite preservar información más allá del tiempo y la distancia. Escribir nos permite comunicarnos con nuestro entorno. Es nuestro deber como maestros facilitar los materiales adecuados que propicien el aprendizaje de la escritura, y que además se ajusten a la realidad del contexto social del grupo de alumnos. Debemos saber emplear adecuadamente los bienes culturales y usar de todo tipo para incentivar la lectura y la escritura.
Finalmente, considero necesario tener en cuenta todos y cada unos de los carácteres que conforman la naturaleza de la escritura, entendiendo que debemos estimular la capacidad notacional del alumno para el trazado de esas letras. También debemos entender y propiciar el uso adecuado de los procesos mentales que permiten desarrollar la facultad de escribir para comunicarse con otros pares en su entorno sin olvidar que las prácticas de lectura y escritura deben abandonar esa artificialidad con la cual han sido enseñadas. Copias, dictados, ejercicios caligráficos planas y libros de iniciación de lectura, son algunos de esos ejemplos que en mi opinión olvidaron la naturaleza psicosociolingüística de la lengua escrita cuando se hacen descontextualizadamente. Los maestros debemos comprometernos a enseñar una lengua escrita con valores sociales, psicológicos y lingüísticos más acordes con nuestros alumnos, sociedades y necesidades de comunicación.
En primer lugar, acerca del carácter lingüístico de la escritura, la autora Fraca de Barrera, en primer término, establece una diferenciación de los aspectos que consideraban más importantes del acto comunicativo desde cada una de las corrientes lingüísticas. Por esa razón, realiza la distinción de que para la corriente estructuralista y generativa, el aspecto fundamental era el código o sistema, pero con una diferencia sustentada en el qué se produce y cómo se genera respectivamente. Según la autora a los estructuralistas les interesaba clasificar de forma minuciosa las unidades que constituyen dichos sistemas. Al respecto cita a Hockett (1971) indicando que con el análisis de los componentes de una lengua se comienza a desglosar, desde la unidad mayor, la oración, hasta llegar a la mínima, el fonema, acotando que para la escritura ésta sería el grafema; sin embargo, aclara que a la escritura no se le tomó en cuenta como objeto de estudio.
Otro argumento sobre el cual arguyó la autora, Fraca de Barrera, para sustentar el carácter lingüístico de la escritura, es el de la capacidad rotacional como la facultad del hombre para utilizar herramientas a fin de hacer registros y producir trazas perdurables con una determinada intención y finalidad. En ese sentido, apunta que el sistema de escritura se produce a partir de esa habilidad y del requerimiento de registrar información de forma de forma sencilla y económica, para poder comunicarse a pesar de la distancia.
En cuanto a los sistemas de escritura, Fraca de Barrera nos ubica en una dimensión histórica para destacar las necesidades que dieron lugar al desarrollo de los sistemas de escritura. Estas fueron, mayormente, de tipo social y serán expuestas mas adelante. Sin embargo, ella reseña que a través del uso de esas herramientas, los hombres de distintas épocas realizaron pinturas y grabados que posteriormente evolucionaron hasta llegar a ser sistemas de escritura. Seguidamente, la escritora explica que dichos sistemas involucran, por una parte, la utilización de unidades y principios de organización y, por otra parte, el uso de marcas definidas para su elaboración que definen algunas de las arbitrariedades que conocemos tiene la escritura.
Igualmente del carácter lingüístico de la escritura, la autora apuntó que el español consiste en un sistema alfabético conformado por los grafemas de los cuales precisa que, son las unidades mínimas que distinguen la escritura y se actualizan mediante las letras. Añade que las letras se aplican en los diversos contextos de escritura de acuerdo con las reglas de combinación y para el caso del español nuestro idioma, explica la clasificación de sus grafemas reunidas en un alfabeto de 27 letras.
En segundo lugar, en el material consultado aparece la información de la naturaleza social de la escritura. Aunque la escritora del artículo hace mención de las necesidades que dieron paso a los sistemas de escritura en su explicación del carácter lingüístico, particularmente considero que éstas son muy sociales. Las necesidades de comunicación del hombre destacan a un ser social que está en constante intercambio de información y necesita comunicarse incluso a distancia. La autora así mismo menciona como otro rasgo de esa naturaleza social, el derecho de autor. En mi opinión, ese aspecto es social debido a que tiene que ver con que el colectivo de una sociedad reconozca y respete el trabajo intelectual y escrito de otra persona como un bien cultural.
Siguiendo con aspectos vinculados a lo social, la autora cita a diversos autores y señala sus posiciones con respecto al desarrollo de la escritura. Ella afirma que dentro de su historia intervino tanto el desarrollo de objetos culturales, como el de capacidades del intelecto conjuntamente con los hechos sociales. Por tal razón, la autora planteó como resultado de todo lo anterior, que la escritura ha facilitado el desarrollo social tanto en el ámbito cultural como intelectual.
A continuación nuestra autora realiza una asociación del comienzo histórico-cultural con el aspecto psicológico en cuanto a la capacidad memorística, explicando que debido a la incapacidad del hombre para almacenar demasiada información se utilizaron marcas gráficas para guardar información, pero organizadamente lo que probablemente ocasionó el surgimiento de las ciencias. Esto último como un modo de clasificar y organizar la información existente enel mundo según su naturaleza y área. La autora resume que lo social, científico y cultural ha dependido de que existan escritos de tantas y diversas informaciones. A esta visión social, la autora proporciona una serie de ejemplos, citando a diferentes autores, para determinar que en lo pedagógico, el aprendizaje de la lengua escrita se relaciona no sólo con el grupo social que la usa, sino también cómo se socializa esa persona con ese uso. Por esa razón, acuñó de Vigotsky (1978) la idea de que el docente es un mediador que debe promover el intercambio entre el alumno, el texto escrito y su utilidad social.
En tercer lugar, es necesario reseñar lo que la autora desarrolló sobre el carácter psicológico de la lengua escrita. La autora en este apartado subrayó la existencia de variadas concepciones psicológicas de la lengua escrita. Por consiguiente, realiza una breve exposición de cómo ocurre la escritura según cada teoría psicológica. Por un lado, explica que el conductismo, por su concepción de la conducta humana a través del mecanismo estímulo-respuesta, concibe a la escritura y la lectura como una conducta textual, porque hay un estímulo visual a través del texto que da origen a la decodificación de marcas como paso inicial del acto de lectura. Por el contrario, aclara que la psicología cognoscitiva por basarse en la idea del procesamiento de la información, destaca que en la lengua escrita se procesan datos diversos dirigidos por un conocimiento anterior, experiencias, saberes y motivaciones en el que se cimienta el acto de lectura.
Por otra parte, Lucía Fraca de Barrera señala que en la psicología psicogenética de Piaget, la lengua escrita es además una actividad de simbolización en la que participan conocimientos anteriores. En ese mismo orden de ideas, sobre el carácter psicológico de la escritura y más allá de lo que plantean las teorías, la autora argumentó que lo psicológico se refleja en el entendimiento de la escritura como proceso cognitivo del pensamiento. Añade que ésta es una capacidad humana que permite preservar información con fines específicos.
Por último, es necesario señalar que todos los argumentos expuestos anteriormente permiten dilucidar la interrelación de la escritura en: (a) lo lingüístico por la capacidad notacional y uso de de un código (b) en lo social por la necesidad de los hombres de interactuar con el entorno a través de lo escrito y (c) en lo psicológico como una actividad mental. La autora desarrolla cada argumento para avalar su tesis de la naturaleza psicosociolingüística. Ahora bien, qué hacer con ello y por tanto ¿cómo relacionar tal noción de la autora con implicaciones pedagógicas para mejorar la enseñanza de la lengua materna en la escuela?
Todas esas preguntas y muchas otras considero son muy importantes para los maestros. Comprender la multidimensionalidad de la escritura como futuros docentes es una responsabilidad que nos permitirá tener en cuenta que para el niño la oralidad es natural y la escritura no. Manejar la noción de la multidimensionalidad de la escritura facilitará que los maestros comprendan que los niños pueden escribir de la misma manera que hablan cuando se inician tempranamente en el proceso de alfabetización escolar. Es allí donde debemos mediar y hacer distinciones entre oralidad y escritura para el niño. Es nuestro deber destacar esas diferencias de manera que se comience a cultivar, desde temprana edad, una escritura adecuada. También es indispensable motivar a los alumnos a la escritura resaltando su valor social, porque escribir nos permite preservar información más allá del tiempo y la distancia. Escribir nos permite comunicarnos con nuestro entorno. Es nuestro deber como maestros facilitar los materiales adecuados que propicien el aprendizaje de la escritura, y que además se ajusten a la realidad del contexto social del grupo de alumnos. Debemos saber emplear adecuadamente los bienes culturales y usar de todo tipo para incentivar la lectura y la escritura.
Finalmente, considero necesario tener en cuenta todos y cada unos de los carácteres que conforman la naturaleza de la escritura, entendiendo que debemos estimular la capacidad notacional del alumno para el trazado de esas letras. También debemos entender y propiciar el uso adecuado de los procesos mentales que permiten desarrollar la facultad de escribir para comunicarse con otros pares en su entorno sin olvidar que las prácticas de lectura y escritura deben abandonar esa artificialidad con la cual han sido enseñadas. Copias, dictados, ejercicios caligráficos planas y libros de iniciación de lectura, son algunos de esos ejemplos que en mi opinión olvidaron la naturaleza psicosociolingüística de la lengua escrita cuando se hacen descontextualizadamente. Los maestros debemos comprometernos a enseñar una lengua escrita con valores sociales, psicológicos y lingüísticos más acordes con nuestros alumnos, sociedades y necesidades de comunicación.
Bibliografía consultada:
Fraca de Barrera, L. (1997). De la naturaleza de la lengua escrita. Letras 54-55. Caracas: Instituto Pedagógico de Caracas-CILLAB.
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